La señal de alarma la dieron unos pescadores el pasado día 19. Habían observado una columna de humo alzarse sobre el Mar Rojo en el archipiélago de Zubair, al sudeste de la costa yemení. Ayer el diario Yemen Times la atribuía a una erupción volcánica producida en una isla deshabitada del conjunto, pero esta fotografía publicada por la NASA hace pensar que de ella surgió algo más que vapor y cenizas. En la imagen, tomada por los satélites Terra y Aqua, se aprecia una pequeña isla donde sólo había agua en fotografías tomadas en 2007.
El terreno, que parece tener menos de un kilómetro de longitud en su franja más extensa, se sitúa entre las islas Haycock y Rugged. Aún habrá que esperar para saber si sus materiales y consistencia la mantienen fuera del agua en el futuro, o si sucumbe al empuje del mar o a nuevas convulsiones geológicas, ya que ha emergido en la zona de contacto de las placas tectónicas africana y arábiga.
De momento, al igual que ocurrió con las recientes erupciones en El Hierro, se ha establecido un dispositivo de observación científica para estudiar el fenómeno.
El último caso conocido de nacimiento de una isla se dio a unos 32 kilómetros de la costa sur de Islandia. Los materiales acumulados en sucesivas erupciones volcánicas entre 1963 y 1967 originaron Surtsey, que se ha mantenido exclusivamente dedicada al estudio científico. En ella se ha podido observar el proceso de colonización del territorio por parte de los organismos vivos.
Pilar Gil Villar