La llamada araña viuda negra recibe ese apodo porque es habitual que tras el apareamiento la hembra se coma al macho. Se la reconoce fácilmente porque tiene una mancha en la espalda de color rojizo que se asemeja a un reloj de arena. Suelen vivir en lugares relativamente cálidos.
Pero, ahora, investigadores de la Universidad de Montreal, han descubierto que en los últimos cincuenta años, estas arañas han extendido su hábitat hasta cincuenta kilómetros más al norte de lo que era habitual. Gracias a un experimento de ciencia ciudadana, en la que las personas interesadas en colaborar han enviado información sobre la presencia de viudas negras en toda norteamérica, los investigadores han podido descubrir que actualmente estas arañas pueden encontrarse incluso en sitios como Quebec. Algo totalmente insólito.
Pero, ¿cuál es la causa? Los autores del estudio lo tienen claro. El cambio climático. tal y como explican, el aumento de las temperaturas está facilitando que estas arañas puedan vivir en lugares que antes estaban les estaban vedados por sus crudísimos inviernos. Los cuales ahora son algo menos crudos.
Fuente: Plos One.
Vicente Fernández López