Un nuevo estudio, publicado en Global Change Biology, señala que el cambio climático podría hacer que gran parte del Ártico sea un sitio no apto para millones de aves migratorias que viajan a esta región en la época de reproducción.
De acuerdo con Hannah Wauchope, una de las autoras del estudio, “las condiciones de cría apropiadas para las aves costeras del Ártico podrían colapsar en 2070. Esto significa que los países de todo el mundo tendrán menos aves migratorias que lleguen a sus costas”, aseguró en un comunicado. Este tipo de aves realizan algunos de los viajes migratorios más largos conocido en el reino animal, muchos de ellos recorren más de 20.000 kilómetros cada año para escapar del invierno. Un ejemplo es la aguja colipinta (Limosa lapponica), que vuela desde Alaska a Nueva Zelanda, unos 13.000 kilómetros, sintocar tierra en ningún momento.
El estudio predice que, en un mundo con temperaturas cada vez más elevadas, las aves migratorias quedarán restringidas, cada vez más, a pequeñas islas en el Océano Ártico. “El cambio climático – añade Wauchope – también está abriendo el Ártico a otras amenazas como la minería y el turismo, y tenemos que asegurarnos de que protegemos los lugares clave para todas las especies del Ártico, incluyendo estas asombrosas aves migratorias”.
El estudio ha creado modelos para las condiciones climáticas adecuadas para las crías de24 aves costeras del Ártico y los proyectó a 2.070. Al mismo tiempo examinaron el impacto sobre las aves árticas del último calentamiento importante, aproximadamente 6.000 a 8.000 años atrás. “Las condiciones climáticas para la cría – concluye Wauchope – podrían cambiar rápidamente en los próximos 60 años, algo que afectaría al 83% de las aves árticas que perderían la mayor parte de su hábitat. Esto supera con creces los efectos del último evento importante el calentamiento de la Tierra, pero la evidencia genética sugiere que, incluso entonces las aves se esforzaron por hacer frente al calentamiento.»
Las zonas que más rápido sufrirán un cambio, son las áreas en las que viven la mayoría de las especies (oeste de Alaska y el este de Rusia), donde las aves del Ártico ya están sufriendo los cambios en la tundra y la presencia zorros rojos que se desplazan hacia el norte.
Juan Scaliter