Ya sabíamos que Murcia es una de las zonas con más actividad sísmica de España, ya que está cerca del punto de fricción entre las placas tectónicas Africana y la Euroasiática. En concreto, Murcia (y por tanto Lorca) se encuentra en lo que llaman la microplaca Ibérica. En esa zona, hay varias fallas activas (sedimentos del período Cuaternario), o sea, de las que se han registrado movimientos desde hace menos de 1’8 millones de años.
Los geólogos creen, en concreto, que ha sido la falla de Alhama de Murcia, que tiende a deslizarse horizontalmente (las llaman fallas de desgarre cuando tienen esa orientación), como la famosa de San Andrés, en California. A su vez, la falla de Alhama de Murcia está compuesta por varios tramos de entre 20 y 50 kilómetros, uno de los cuales es la falla de Lorca. Según registros históricos y deducciones estadísticas, un terremoto de esta magnitud (5’1 en la escala Richter) podrían estar repitiéndose cada 1.000 años aproximadamente.
El poder de destrucción de este terremoto de Lorca (que no es el primero en Murcia en los últimos años) ha dañado la estructura de al menos el 10% de los edificios. La razón es que el tipo de terreno en el que se asienta la provincia tiende a amplificar las ondas, de un modo parecido al del parche de un tambor. El movimento ha llegado a notarse muy lejos del epicentro, por ejemplo, en dos puntos de Madrid: la Plaza de Castilla y Vallecas, cuyo suelo es de yeso primordialmente.
¿Por qué no hay riesgo de tsunami o maremoto? Según explican en el Instituto Geológico y Minero de España, porque para ello el movimiento de la placa debería ser de arriba a abajo y con el epicentro en el mar, lo cual no es el caso.
Planifica, prepárate y sobrevive
¿Alguien ha preparado su hogar para minimizar daños en caso de un terremoto importante? Estas son las medidas imprescindibles:
ANTES DEL SEÍSMO
Muebles: Fíjalos a la pared y sujeta con masilla especial para terremotos los objetos valiosos y los muebles altos. Las heridas en la cabeza por objetos que se caen son muy habituales en estas situaciones.
Kit de emergencia: Los venden preparados, pero suele ser más barato hacerte el tuyo. Almacena los artículos en un recipiente impermeable, como un gran cubo de plástico con tapa. Contenido: radio a pilas o de carga manual (algunas sirven también para cargar el móvil), linternas, pilas de reserva, alimentos enlatados, abridor manual, kit de primeros auxilios y muchas bolsas de basura grandes y muy resistentes. Guarda también a mano fotocopias de los documentos imprescindibles y de recetas médicas, y doscientos o trescientos euros en billetes pequeños.
Agua: Calcula unos cuatro litros por persona y día para al menos 10 días, y almacénalos separados del resto de provisiones.
Dormitorio: Ten siempre zapatos y una linterna cerca de la cama. Los pies heridos fueron la lesión más común en el terremoto de Northridge (California). Cuelga los cuadros con cáncamos cerrados y evita los objetos pesados sobre las camas.
Cocina: Cierra los armarios con pestillos para que no se caigan y se rompan los objetos frágiles. No guardes el amoníaco, la lejía u otras sustancias peligrosas en alto.
Móvil: empieza ya a seguir por Facebook o Twitter a los servicios locales de emergencias y suministros. En los últimos desastres, las redes sociales han sido la mejor fuente de información.
Lavadero: Fija la caldera a la pared con sujeciones metálicas. Ten siempre a mano los extintores.
DESPUÉS DEL SEÍSMO
Teléfono fijo: Las líneas terrestres son más fiables que la cobertura móvil (pero puede que los sms funcionen). Todos los miembros de la familia deberían saber el número de algún conocido que viva en otra provincia y sirva de enlace con el exterior.
Suministros básicos: Cierra el agua, la electricidad y –si hueles un escape– el gas. El fuego será un gran peligro, ya que los bomberos estarán desbordados. Envuelve una llave inglesa en plástico, pégala con cinta adhesiva justo encima de la válvula y asegúrate de que tu familia sabe usarla. Si no hay indicios de escape, deja abierto el gas. Puede resultar útil sobre todo si la luz tarda mucho en volver.
H2O alternativa: Un calentador medio contiene unos 128 l de agua potable, y el agua de la cisterna suele ser potable. Si no es así, la lejía doméstica normal puede potabilizarla. Añade 16 gotas cada cuatro litros, cuélala y bebe a sorbos.
WC: Usar el jardín o el patio como cuarto de baño resultará desagradable. La alternativa es forrar con una bolsa de basura resistente un cubo o la taza del WC sin agua, echarle un poco de arena para gatos, usarlo, añadir arena y así sucesivamente. Cuando esté llena, sella la bolsa y mantenla separada del resto de los despedicios.
Redacción QUO