En estos días más de dos millones de fieles musulmanes realizan la peregrinación a La Meca, un ritual que todo buen creyente tiene que realizar al menos una vez en su vida. Una vez allí, los fieles dan siete vueltas en sentido contrario al de las agujas del reloj, alrededor de la Kaaba. Se trata de una construcción rectangular situada en el interior de la mezquita de la mezquita Masjid al-Haram, hacia la que todos los musulmanes del mundo dirigen sus oraciones.
Según la tradición coránica, la Kaaba fue construída por Abraham y su hijo Ismael. Y mientras los musulmanes dan sus siete vueltas alrededor de ella, muchos intentan detenerse para besar una reliquia situada en la esquina oriental de la construcción. Se trata de la llamada Piedra Negra.
Según el Corán fue un aerolito que el arcángel Gabriel le entregó a Abraham. Se cuenta que originalmente era tan blanca como la leche, pero que se volvió negra a causa de los pecados de los hombres. Pero, ¿qué es en realidad esta piedra? Lo cierto es que los investigadores no se ponen de acuerdo.
La teoría más aceptada es que se trata del fragmento de un meteorito. Aunque una reciente investigación realizada por especialistas del Museo de Historia Natural de Londres, concluyó que lo más seguro es que tenga un origen terrestre y que se trate de una piedra de basalto o de un agata.
En el año 683, la Piedra Negra se fragmentó en varios pedazos a causa de un incendio, y tuvo que ser reconstruída. Y en el 930 fue robada, aunque posteriormentefue recuperada y restituída a su emplazamiento original.
Vicente Fernández López