El parásito parasitado. Podría parecer el título de una fábula, pero eso es exactamente lo que muestra esta imagen. Se trata de un ejemplar de garrapata, concretamente de una hembra de la variedad Ixodes angustus, que fue extraída del cuerpo de una ardilla en Alaska. Pero lo que descubrieron los investigadores es que tenía adherido a su cuerpo a un macho de su misma especie.
La causa de este curioso «maridaje» no era la pasión, sino el hambre, ya que el macho se estaba alimentando a costa de la hembra, es decir, la estaba parasitando. A este fenómeno se le llamada hiperparasitismo, y se da cuando un especimen prefiere, en lugar de alimentarse directamente con la sangre de algún animal, hacerlo usando a otro ejemplar de su misma especie cómo intermediario.
El hiperparasitismo es bastante frecuente entre algunas variedades de garrapatas.Pero, hasta la fecha, jamás se había observado un ejemplo de dicha práctica entre ejemplares de Ixodes angustus. De ahí la importancia de este descubrimiento.
Fuente: Livescience
Vicente Fernández López