Los hallazgos arqueológicos no tienen que ser forzosamente del pasado remoto. Pueden pertenecer a tiempos más recientes. Y, ahora, unas obras realizadas en el metro de la ciudad australiana de Melbourne, han servido para realizar un macabro descubrimiento. Los obreros han encontrado nada menos que 1.000 dientes humanos podridos y con restos de caries.
Cómo llegaron hasta allí es un misterio. Pero el lugar de procedencia parece claro. En un edificio cercano al lugar de las obras se encontraba la consulta de un famoso dentista que ejerció entre 1898 y 1930. Así que, con toda seguridad, los dientes fueron extraídos a sus pacientes.
El análisis de las piezas muestra evidencias de que algunos de los pacientes tuvieron que sufrir terribles dolores antes de que les extrajeran los dientes. Además, los especialistas recuerdan que en aquellos tiempos, una extracción dental era más dolorosa que hoy. Los dentistas usaban forceps para arrancar las piezas, y empleaban una solución de cocaína como anestesia, aunque sus efectos no eran tan fuertes como los de los sedantes actuales.
fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López