¿Está acabado Woody Allen? Es inevitable que esta pregunta ronde la cabeza de cualquier cinéfilo. El artista, autor de joyas como «Delitos y faltas», «Maridos y mujeres» y «Hannah y sus hermanas», llevaba estrenando una película por año desde 1982. 2019 será el primer año que no tenga ningún proyecto entre manos. Fuentes cercanas al autor aducen una falta de financiación. Tras la carta publicada por su hija adoptiva, donde denunciaba unos supuestos abusos sexuales cometidos cuando tenía siete años, Hollywood le ha dado la espalda.
«A Woody le encanta trabajar», ha confesado una fuente anónima al New York Post. «Nunca se toma vacaciones, pero creo que va a rebajar el ritmo este año hasta que pueda encontrar alguien que le financie». El portavoz de Allen niega que esta información sea veraz y que no tiene problemas de dinero para hacer películas. Verdad o no, lo cierto es que Hollywood lo considera una persona tóxica y no lo quieren en sus filas.
La carta de su hija adoptiva, Dylan Farrow, se publicó en 2014, pero hasta ahora, con el alcance mediático del movimiento #MeToo, Allen no se había visto afectado. Sí se ganó la enemistad de algunos actores, entre ellos Michael Caine o Rebecca Hall, quienes dijeron que no volverían a trabajar con el cineasta, o de Timothée Chalamet, que donó el sueldo de su última película con Allen a la asociación Time’s Up, que lucha contra los abusos sexuales en Hollywood. A pesar de todo, nadie imaginaba que le fuesen a cortar el grifo de dinero. Y menos cuando tenía firmado un contrato de tres películas con Amazon Studios (la primera, ya estrenada, fue «Wonder Wheel», y la última llegaría en 2019).
Cuando algunas productoras y distribuidoras de cine han decidido suprimir los contenidos en los que colaboraban supuestos abusadores para mantener una imagen limpia acorde a los movimientos sociales de denuncia, varios artistas implicados en escándalos han visto truncadas sus carreras. Netflix despidió a Kevin Spacey de «House of Cards» tras conocerse su ristra de abusos. Tampoco publicará un biopic en el que interpretaba a Gore Vidal. La compañía, además, decidió eliminar los monólogos del cómico Louis C.K. y despidió a Danny Masterson de la serie «The Ranch» tras sufrir acusaciones de violación.
En este caso, Amazon iba a distribuir la nueva película de Woody Allen, «A Rainy Night in New York». Sin embargo, a pesar de estar protagonizada por Timothée Chalamet (nominado al Óscar este año por «Call Me By Your Name»), Elle Fanning, Jude Law y Selena Gomez, la inestabilidad en torno al artista neoyorquino genera dudas sobre si verá la luz o no algún día. Amazon la ha dejado «archivada» y ha cambiado su fecha de estreno, prevista en 2018, por un «indefinido». Puede que Woody Allen sí que esté acabado.
Redacción QUO