Según los autores de un reciente estudio publicado en Journal of Clinical Sleep Medicine, la mayoría de las mujeres embarazadas pasan alrededor del 25% de sus horas de sueño en posición supina, lo que puede ser un factor de riesgo para el feto e influir en el bajo peso al nacer. Esta relación puede deberse en parte a una exacerbación de la respiración alterada por el sueño y la privación de oxígeno al feto cuando se duerme boca arriba. Mientras que la terapia posicional es una forma bien aceptada de reducir el tiempo de sueño supino y aumentar el sueño lateral en adultos con trastornos respiratorios del sueño, no hay estudios previos que hayan examinado su uso en mujeres embarazadas.
Los autores del estudio, liderados por Jane Warland, han creado un dispositivo, bautizado el PrenaBelt, diseñado específicamente para el embarazo. Se trata básicamente de una faja con unas esferas en la espalda que se utiliza para ir a dormir. Al ponerse boca arriba, la persona siente las esferas y se despierta por la incomodidad, cambiando de posición.
Los resultados del estudio muestran que el tiempo medio de sueño en posición supina se redujeron significativamente de 48,3 minutos durante la noche de control a 28,5 minutos durante la noche de intervención. Se observó también una mejoría en los parámetros materno y fetal durante la noche de intervención, con un aumento de la media de la saturación de oxígeno materno mínimas, menos desaturaciones de oxígeno materno y una reducción en las desaceleraciones de la frecuencia cardíaca fetal.
«Nuestros hallazgos sugieren que las mujeres pueden dormir cómodamente con un dispositivo alrededor de la cintura que les impide dormir boca arriba – explica Warland en un comunicado –. Usar terapia posicional para mantener a la madre embarazada de lado puede reducir el sueño supino al final del embarazo y proporcionar beneficios de salud materna y fetal, con un impacto mínimo en la percepción materna de la calidad del sueño y el tiempo de sueño”.
El estudio incluyó a 25 mujeres sanas durante el final del embarazo (entre las 32 y las 38 semanas de gestación). Durante dos noches consecutivas fueron evaluadas mientras dormían en casa: una noche sin intervención como control y una noche mientras usaban el PrenaBelt.
Juan Scaliter