El poncho-cama
El poncho es lo ideal, pero te puede servir una manta, a la que le hagas agujeros con un machete. Dóblalo en dos y átalo por las argollas con cordeles o juncos, como formando un tubo. El poncho de acampada siempre tiene ojales y remaches.
El poncho-cama
Corta dos palos que resistan tu peso y mételos dentro, uno a cada extremo de la lona resultante. Que las estacas tengan 1 m más que la longitud del poncho. Que los palos sobresalgan lo mismo por los cuatro lados. Trata de no rasgar el poncho al meter los largueros.
El poncho-cama
Las traviesas deben ser de horquilla, para amarrarlo bien. El mejor nudo es el llamado arbor. Mantén el poncho estirado al máximo.
El poncho-cama
Ya solo falta que la camilla resultante se monte sobre dos leños más altos, que te suspendan un poco para mantenerte algo acolchado. Ponte la mochila de almohada. Otra ventaja de esta solución es que aísla de humedad e insectos.
Tipos de hamacas
Hamaca ‘hennessy’
Hay que comprarla hecha. Tiene la ventaja de que ocupa poco, es cómoda y se seca rápido, llegado el caso.
Tipos de hamacas
De paracaídas. Dobla los paneles de un paracaídas y forma una pirámide. Ata un palo a la abertura y al suelo. Pon las cuerdas como ves en el dibujo.
Tipos de hamacas
Con cobertura. Montando un caballete a cada lado de la hamaca, le enganchas un poncho o manta y ya tienes un tejadillo.
Un refugio en el bosque
Cava un pequeño socavón y termina de igualar el suelo hasta que quepas dentro tumbado boca arriba, y un poco más. Cuenta con que luego vas a cubrirlo. Saca punta a un palo, para cavar.
Un refugio en el bosque
Busca ramas y troncos largos (o une algunos) para crear una cobertura. El tronco longitudinal debe quedar arriba, para que se formen dos vertientes con otra tanda de palos que irá por encima. No dejes más de 50 cm entre estaca y estaca. Se puede hacer una sierra con una cadena atada a dos palos.
Un refugio en el bosque
Ata todos los componentes de la armadura. Luego, las ramas y palos más cortos que encuentres servirán de «tejado». Fíjalos también como puedas a la estructura, para que no se muevan o vuelen. Si es invierno, evita en lo posible usar material húmedo. Deja un extremo un poco menos frondoso, para poder acceder al refugio por algún lado.
Un refugio en el bosque
La mejor orientación del lecho es perpendicular a la dirección del viento. Si no llueve, pon la cabeza por el lado más abierto para que te entre aire. Si llueve, pon una lona al menos por la zona del techo que queda sobre el cuerpo. Las ramas deben respetar la inclinación a dos aguas del armazón. Para evitar humedad, haz un lecho de hojas bajo el saco.