Los conocidos sucesos protagonizados por Andrés Pajares, causaron en su día gran preocupación por su salud mental. Algunas fuentes apuntaban a que el actor podría sufrir un trastorno bipolar (al menos, así lo dijo su propio hijo, Andrés Burguera, en un programa de televisión), enfermedad que vuelve a quien la padece más vulnerable a la tensión emocional, y que se agrava con el alcohol y las drogas.
Pero no es este el único mal que se cierne sobre el Olimpo del artisteo. En el mundo del jazz se ha detectado una elevada incidencia de esquizofrenia y paranoia, y entre los políticos se dan abundantes casos del mal de Alzheimer.