Espiral logarítmica
Es la espiral más frecuente en el reino animal y vegetal. En las margaritas, igual que en la forma en que se distribuyen las hojas de una rosa, hay familias enteras de espirales logarítmicas. En el caso de la margarita, ésta es la forma más eficaz de disponer sus semillas.
Hélice cilíndrica
La foto de satélite de este huracán desplazándose sobre el mar Caribe muestra cómo el aire húmedo, en un movimiento de rotación –con vientos de hasta 190 km/h–, se enrosca y asciende. Si tomáramos un molde de la forma de sus paredes obtendríamos un cilindro perfecto.
La flor de la pasión
Aunque su actuación parezca apasionada, realmente actúa como un parásito. Se enrolla en espiral ascendente por el tallo de las plantas vecinas para trepar por ellas y alcanzar la luz que le falta.
Somos muy retorcidos
La estructura de doble hélice cilíndrica más famosa en estos días es la del ADN humano –también la de la cola de los espermatozoides tiene forma de hélice–. A lo largo de la espiral helicoidal se distribuyen los cuatro elementos fundamentales para la vida: adenina, citosina, guanina y tinina.
Espiral de Arquímedes
Es la típica espiral de las telas de araña. Su característica fundamental: entre dos espiras o vueltas, la distancia es la misma, la expansión y la rotación tienen lugar a la misma velocidad y el vínculo entre ellas es lineal. Su estructura circular es la más uniforme posible y la que menos huecos deja, por eso a la araña, que en realidad lo que hace es fabricar una trampa mortal, le viene muy bien. El primero en describir y estudiar esta estructura fue el matemático siracusiano Arquímedes (287-212 a. C), discípulo de Euclides, en un escrito titulado ‘De las espirales’. Este tipo de espiral es la que se forma al enrollar una cuerda sobre sí misma, o la que describe el giro del torno del alfarero.
Un banco de barracudas
Nadan en círculo y tratan de mantener una distancia constante una de la otra. Estos peces tienden a seguir una trayectoria uniforme y generan una espiral en movimiento.
Lengua de mariposa
La espiritrompa es el aparato bucal chupador de los lepidópteros. La forman la prolongación de las maxilas y cuando está en reposo –como el de esta mariposa– se enrolla en espiral.
Hélice cónica
Si desarrollamos una espiral en tres dimensiones, ésta se convierte en una hélice y decimos que es cónica si entre cada una de las vueltas se mantiene la misma distancia. De la misma forma que ocurre con la espiral logarítmica, su función no es otra que la de ahorrar espacio. Es muy fácil apreciarlo en el tallo de algunas plantas, que tienen que crecer ocupando el menor espacio posible, también tiene esta forma el ‘caracol’ de nuestro oído.
El Árbol
Las hélices cónicas son típicas del reino vegetal –es la mejor manera de crecer– como ocurre con este tronco de pino milenario.
La piña
Se organiza en forma de espiral logarítmica. Para numerosos pueblos de África, la espiral simboliza la dinámica de la vida, el movimiento de las almas y la expansión del mundo.
El caracol
Hace millones de años, antes de la aparición de los peces, había muchas especies de animales con concha en forma de espiral. Uno de los que sobrevive es el Nautilus (en la foto). Su forma es un capricho, ya que el animal sólo ocupa el último hueco o habitación, le sobra el resto de la concha.
Nuestra galaxia
Sufre los efectos de la rotación y la gravitación que la hacen girar sobre el corazón de la galaxia. Por eso, si la vemos en un plano horizontal, también adquiere la forma de una espiral logarítmica.