¿Qué tienen en común una familia que está de pesca, el protagonista de un documental y un niño que juega en una granja? Que todos tropezaron sin querer con sus respectivos reptiles fósiles. Y todos lo hicieron en Canadá, un país que, según palabras del paleontólogo David Evans (el protagonista del documental): “Está experimentando una edad de oro en el descubrimiento de dinosaurios”.
Quizá su encontronazo fuera el menos casual de los tres, ya que se produjo mientras rodaban un programa de televisión sobre su trabajo, que al fin y al cabo consiste en desenterrar estas criaturas. En esta ocasión, el suelo le dejó al descubierto un pariente de los Triceratops con una especie de volante en la cabeza.
200 huesos y el cráneo del ceratopsio se han recuperado. Suponen el 40% del esqueleto. Aún le están buscando nombre.
En cuanto a la familia de pescadores, su captura tuvo que ser extraída del río en helicóptero. Los fósiles se hallaban incrustados en una inmensa roca que había rodado por el río hasta llegar a sus cañas. Donald Henderson, encargado de analizarlos ahora en el Royal Tyrrell Museum de paleontología, nos cuenta que “solo nos han llegado los hombros, el cuello y la cabeza. Podemos deducir de sus múltiples hileras de dientes que se trata de un hadrosaurio”, pero tendrán que analizarlo más para saber si se trata de una nueva especie. La misma dureza que ha conservado los huesos en muy buen estado dificultará considerablemente su extracción. Aunque en marzo ya han sometido la roca a rayos X, hasta noviembre no comenzarán con la investigación en profundidad. Mientras tanto, quedará expuesta al público en el Museo.
En esa misma institución es donde sí han descrito la especie del ejemplar encontrado por un niño en la granja de su familia en la isla del Príncipe Eduardo. Claro que desde entonces han transcurrido 14 años. En el estudio recién publicado lo describen como un Erpetonyx arsenaultorum, un animal semejante a un lagarto que viene a demostrar que los reptiles de finales del período Carbonífero eran mucho más diversos de lo que se pensaba.
EL DATO: 1300 kilos pesaba la roca que contiene parte del hadrosaurio. El resto del cuerpo podría estar aún “nadando” en piedras del río.