Este continente no tiene población y no pertenece a ningún país en concreto, pero eso no quita que no haya gente que desee ir a visitarlo y realizar diferentes actividades. Su frío extremo, plataformas de hielo y sus exóticas formas de vida invitan al viajero a dejarse sorprender. El tiempo no existe, solo lo marca el clima. Porque, ¿qué se puede hacer allí? La guía cuenta con 232 páginas, así que tiene pinta de que no te aburrirás.
MUSEO ANTÁRTICO DEL PUERTO LOCKROY
Es una de las principales atracciones. Es el edificio principal de la Base A, la restaurada casa de Bransfield. Fue construida por los británicos en el puerto Lockroy durante la II Guerra Mundial. Hay una tienda y se puede enviar una postal desde su oficina de correos. En el museo encontrarás objetos que evocan la época en la que los exploradores habitaron la base.
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Se trata de la base más grande de la Antártida y es conocida bajo el nombre de Mac Town. Está operada por EEUU y es, para muchos, el punto desde el que avanzar hacia el interior del continente. La base suele ser un enjambre de avionetas y motos de nieve, mientras los científicos van y vienen de los campamentos base y el complejo de edificios principales.
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Recibe este nombre por los dos exploradores que lideraron sendas expediciones para alcanzar el Polo Sur: el noruego Roald Amundsen (1911) y el británico Robert Falcon Scott (1912). Es una base de alta tecnología dotada con equipos de observación astrofísica de vanguardia. Las temperaturas mínimas pueden llegar a los 80 grados bajo cero y el sol en esta zona no se ve desde abril hasta mediados de septiembre.
Fuente: Levent Demirörs.
Se encuentra en la isla de Ross, pero nunca ha sido fácil llegar hasta allí. Dentro de la cabaña Discovery, de la fatídica expedición del Terra Nova, una colección de banderines, de trineos y arneses recuerdan los intentos de las primeras expediciones por alcanzar el Polo Sur.
Fuente: Emilio Floris, member of the english Wikipedia.
AVISTAMIENTO DE BALLENAS Y OBSERVACIÓN DE PINGÜINOS
Es fácil encontrar ballenas en pleno proceso de migración en estas aguas llenas de kril. Es posible navegar por el océano Antártico para acercarse a ellas y verlas de cerca. También es posible dar con diferentes especies de pingüinos: desde el pequeño pingüino “Adelaida”, con esmoquin, y el de penacho “Macaroni”, hasta el más grande del mundo, el elegante “Emperador”.
Esta isla, con su puerto secreto y una colonia de pingüinos oculta en el Baily Head, ofrece la rara oportunidad de navegar por el interior de un volcán, eso sí, está calificada de “significativo riesgo volcánico”. La isla es un lugar emblemático por la arqueología industrial de su estación ballenera abandonada. En la isla se puede hacer una inmersión en sus cálidas corrientes geotérmicas.
Fuente: Rear Admiral Harley D. Nygren, NOAA Corps.
