Las «experiencias fuera del cuerpo» se habían considerado producto de la imaginación de quien las contaba, o bien, indicio de trastornos mentales. La explicación es que alguien se ve a sí mismo fuera de su cuerpo, a veces detrás de él, persiguiéndole, o incluso sobrevolando la habitación donde descansa.
Un equipo científico indujo experiencias «fuera del cuerpo» en personas sanas, y el trabajo se publicó en la revista Science. El experimento se realizó en el Departamento de Neurociencias Clínicas del Instituto Karolinska, en Estocolomo (Suecia). Emplearon videocámaras y gafas de realidad virtual para mostrar a una docena de voluntarios imágenes de sus propios cuerpos, desde la perspectiva de alguien sentado detrás de ellos y con una visión estereoscópica. Es decir, les hicieron verse a sí mismos fuera de su cuerpo con un juego de cámaras. En ese momento, un científico tocaba simultáneamente el pecho real de la persona y el pecho del «cuerpo ilusorio» . El efecto fue inesperado. Los voluntarios no sólo percibieron que se veían a sí mismos desde afuera de sus cuerpos, sino que sintieron el contacto en su imagen fantasma.
Diversos experimentos han mostrado que estas experiencias pueden inducirse mediante el estímulo de ciertas áreas del cerebro.