Son raros estos insectos. Las más de 3.000 especies identificadas de la familia Membracidae viven en las copas arbóreas, sobre todo tropicales, y se alimentan de su savia. Sus variados y diminutos cuerpos, que no superan el centímetro, tienen una característica común: la primera parte de su tórax, el pronoto, se extiende en el espacio con las formas más caprichosas. La extendida idea de que ese “manierismo” les sirve para defenderse de los depredadores ha tomado fuerza con la investigación de Stuart MacKamay, del Museo Nacional de Historia Natural de Washington (EEUU). Al observarlos con microescáner y resonancia magnética, ha comprobado que el pronoto, muy frágil, está vacío. Así, en el ataque de un depredador, puede romperse sin poner en peligro la vida de su dueño.
Más en Quo
¿Cómo sabemos si una sustancia es un disruptor endocrino?
La falta de datos de la industria química en la UE impide a menudo evaluar si las sustancias utilizadas en productos de consumo, son alteradores endocrinos
Así influye el cambio climático en la pérdida de biodiversidad
El cambio climático podría convertirse en el principal causante del declive de la biodiversidad a mediados de este siglo Según un amplio estudio multimodelo publicado en Science, la biodiversidad mundial ha disminuido entre un 2% y un 11% a lo largo del siglo XX debido únicamente al cambio de uso del suelo. Las proyecciones indican […]
La vitamina D protege contra el cáncer cambiando la microbiota
La vitamina D altera las bacterias intestinales de los ratones y como resultado mejora su inmunidad contra el cáncer
No, la Luna no está hecha de queso
Los científicos confirman la composición del núcleo interno de la luna, que consiste en una bola de metal sólido