Muchísimas personas soñarían con ser invitadas a volar en el Air Force One, el avión del presidente de los Estados Unidos. Se trata de un privilegio solo al alcance de algunas personalidades y de algunos jefes de estado aliados de Washington.
Pero Donald Trump no es una de esas personas. El magnate rechazó la invitación de Barack Obama para volar a Washington en el Air Force One, y prefirió hacerlo en su propio avión privado.
Hemos comparado los dos aviones para ver cual es más impresionante, y lo cierto es que el presidencial sale ganando. Aunque el de Trump también impresiona lo suyo.
El avión presidencial mide más de setenta metros y tiene espacio para 102 personas (contando invitados y personal de a bordo). Cuenta con gimnasio, un pequeño hospital con quirófano, para atender cualquier emergencia sanitaria del presidente, y dos cocinas, que pueden preparar hasta cien tipos diferentes de menús. Alcanza una velocidad máxima de 1.136 kilómetros por hora, y puede recorrer 11.000 kilómetros sin necesidad de aterrizar.
El avión, bautizado T-Bird, mide 47 metros y puede transportar 43 pasajeros. Su velocidad es inferior a la del Air Force One, unos 1.062 kilómetros por hora. Pero el magnate no ha escatimado en lujos. Cada asiento tiene cinturones de seguridad hechos de oro, y puede reclinarse hasta convertirse en cama. Además, cuenta con una pequeña sala de cine.