Los conflictos políticos causaron los primeros desplazamientos en Escocia al principio de la Edad Media, según un estudio de la Universidad de Aberdeen
En 1975 se descubrieron los restos óseos de nueve personas adultas y cinco menores en las ruinas de unos baños romanos de la isla de Cramond (Escocia). En ese momento, el grupo de arqueólogos pensó que habían sido víctimas de una plaga o de un naufragio en el siglo XIV. Pero después, se comprobó que eran del siglo VI, gracias a la datación por carbono 14. El carbono 14, un isótopo del carbono, se absorbe en los seres vivos a través de la comida y el aire el hasta que mueren. En el caso de los seres humanos, tras la muerte los huesos dejan de absorber carbono 14 y éste se empieza a desintegrar. Si hay mucho carbono 14 en los huesos, significa que la persona ha muerto más recientemente.
El estudio publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences muestra que estos restos provienen de uno de los primeros desplazamientos de población en Escocia durante la temprana Edad Media. El motivo de estos movimientos podrían haber sido las tensiones políticas que dividieron el país entre los habitantes de Dál Riata al oeste, los Pictos en el norte y los Britanos al sur. Aunque hace falta una muestra mayor para establecer patrones de movilidad durante este periodo histórico, se cree que Cramond fue un punto clave en el origen de los estados de Escocia.
Las investigaciones anteriores sugieren que pertenecían a un estatus social alto, quizá de la nobleza. Este informe determina que una mujer y un niño tuvieron muertes violentas, los cráneos habían sido golpeados probablemente por el extremo de una lanza.
Estas tensiones políticas debieron prolongarse en el tiempo. Se sabe que el rey Eduardo I de Inglaterra, para conquistar las fortalezas escocesas, usó la catapulta más grande de la época, según las crónicas del s. XIII. Hace tres años se descubrió uno de los proyectiles de piedra lanzados en el asalto al castillo de Edimburgo.
La dieta, la clave de la investigación
La Universidad de Aberdeen (Escocia), encargada de esta investigación, ha llegado a esta conclusión mediante el análisis de la dieta. Dos de los cuerpos encontrados habrían nacido en unas zonas diferentes a Cramond, porque la alimentación era distinta a la del resto. Se barajan como posibilidades el interior de Escocia o las islas del norte. Nuestra alimentación deja marcas en el cuerpo, por ejemplo, en el esmalte de los dientes, que pasados unos años se pueden examinar. Con estos resultados, se puede saber dónde ha crecido esa persona, su clase social o su cultura. Para esta prueba, se analizan las proporciones de carbono, nitrógeno, oxígeno y azufre que hay en el colágeno óseo.
En este caso, la dieta se caracterizaba por una falta de consumo de pescado a pesar de tener un fácil acceso a mares y ríos. También se estudia el contenido en azufre para determinar el consumo de peces de agua dulce.
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