Un artículo publicado en Journal of Geology explica de un modo novedoso qué habría provocado que nuestros ancestros comenzarán a caminar erguidos. De acuerdo con los autores, liderados por Adrian Melott, las supernovas bombardearon la Tierra unos 8 millones de años atrás, con un pico en la actividad hace 2,6 millones de años. Esto inició una avalancha de electrones en la atmósfera inferior y activó una cadena de eventos que posiblemente terminó con homínidos bípedos como el Homo habilis.
El equipo de Melott cree que la ionización atmosférica probablemente provocó un enorme aumento de las descargas de tormentas eléctricas que causaron incendios forestales en todo el planeta. Estos fuegos podrían ser una de las razones por las que los antepasados del Homo sapiens desarrollaron el bipedismo: la necesidad de adaptarse a las sabanas que reemplazaron los bosques incendiados en el noreste de África.
«Se piensa que ya existía cierta tendencia de los homininos a caminar sobre dos piernas, incluso antes de este evento – explica Melott en un comunicado –. Pero la realidad es que se adaptaron principalmente para trepar por los árboles. Después de esta conversión a sabana, tendrían que caminar mucho más a menudo de un árbol a otro a través de los pastizales, por lo que mejoran su habilidad para caminar erguidos. Gracias a ello podían ver por encima de los pastos a los depredadores. Se cree que esta conversión a sabana contribuyó al bipedismo a medida que se hizo más y más dominante en los ancestros humanos”.
Las conclusiones se basan en el análisis de una capa de depósitos de hierro-60 en los fondos marinos del planeta originada por la explosión de supernovas durante la transición entre el Plioceno y la glaciación.
Según Melott, la ionización en la atmósfera inferior significaba que una gran cantidad de electrones facilitarían la llegada de tormentas eléctricas. La probabilidad de que este pico de relámpagos haya provocado un aumento a nivel global de los incendios forestales se debe al descubrimiento de depósitos de carbono en los suelos que se corresponden con el momento del bombardeo de electrones.
“Nuestros análisis señalan que hay mucho más carbón y hollín en el planeta desde hace unos pocos millones de años – añade Melott –. Está en todas partes, en diferentes zonas climáticas y nadie tiene ninguna explicación de qué ocurrió. Esta podría ser una explicación. Se cree que ese aumento de incendios ha estimulado la transición de bosques a sabanas en un muchos lugares, lo cual a su vez estaría relacionado con la evolución humana en el noreste de África, específicamente, en el Gran Valle del Rift, donde se encuentran todos estos fósiles de homininos”.
Juan Scaliter