No estaría mal que alguien riera siempre nuestros chistes, incluso los muy malos 😊 Pero, ¿podemos clonar nuestro sentido del humor?
Hoy el debate de si nuestro carácter es genético o fruto de la experiencia ha encontrado un término medio entre los científicos. Robert W. Levenson es un profesor de psicología de la Universidad de Berkeley que estudia el sentido del humor, y explica que hay una habilidad imprescindible para la broma: rapidez para “pillar la gracia”. Esto tiene que ver con la capacidad de relacionar información distinta en pocos segundos. Esta habilidad, que tenemos todos pero en distinto grado, según Levenson es heredable. Va en nuestros genes. Así que nuestro clon podría pillar la gracia al mismo tiempo que nosotros. Sin embargo, hay otro ingrediente básico en el chiste, y este tiene que ver con nuestras experiencias. La vida vivida, todo lo que nos pasa en nuestro entorno, conforma una estructura de pensamiento que finalmente es la hace que a uno le hagan gracia los vídeos de porrazos, y a otro las pelis de Woody Allen. Levenson explica que «El clon podría tener un cerebro parecido al nuestro, pero no las experiencias, que son la base de lo que nos hace gracia”.
Sin embargo, hay un detalle inquietante. Otro experto, Willibald Ruch, un investigador de personalidad de la Universidad de Zurich, trabajó con 2014 gemelos en los que investigó explícitamente la naturaleza del humor. No encontró que se rieran de las mismas gracias, pero sí hubo algo llamativo, y es que la manera en que se reían era parecida. Es probable que tu clon no se ría de tus bromas, ni siquiera al mismo tiempo que tú, pero si cuando lo haces lloras, o sin embargo apenas mueves las cejas, muy probablemente tu clon lo hará igual.
Lorena Sánchez Romero