Entre 2016 y 2017, los servicios de telesalud, consultas hechas a través de una aplicación móvil, han aumentado un 53%, más que cualquier otro tipo de atención, según un análisis efectuado por FH Healthcare Indicators, una organización sin fines de lucro dedicada a brindar transparencia a los costes de la atención médica .El informe se basa en más de 28 mil millones de registros de reclamaciones de atención médica facturados de forma privada, el mayor depósito de este tipo en Estados Unidos.
Solo en el ámbito de las urgencias, el aumento ha sido enorme entre 2008 hasta 2017: 1.434% por ciento, más de siete veces más que en las salas de emergencia (194%). La tendencia destaca la reducción de tiempos para la atención de pacientes y también la posibilidad de reducir gastos.
En la mayoría de los casos analizados, se trata de aplicaciones oficiales, desarrolladas por los sistemas de salud, que permiten que el paciente envíe consultas, fotografías y otros archivos a un ordenador central que los deriva por especialista, no siempre en su ciudad, pero que en ese momento se encuentra libre.
En España, la telemedicina también ha comenzado a impactar en todo el ecosistema sanitario. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, ha implementado servicios de videoconferencia en 315 centros públicos y se estima que en 2020 alcancen el 100% de los mismos, unos 700.
También se ha puesto en marcha la e-consulta de dermatología. Desde su hogar, los pacientes se contactan con el especialista adjuntándole imágenes. Por su parte, el dermatólogo analiza los archivos y puede solicitar una segunda opinión, aquí o en el exterior. Debido a que las imágenes de lesiones dérmicas son muy sensibles a cambios de color, incidencia de la luz, etc. , todos los expertos utilizan el mismo equipamiento de cámaras (una solución inteligente de Logitech que permite la identificación de lesiones y la formación a distancia al mismo tiempo).
Por ahora se ha comenzado con Madrid, pero la idea es llegar en breve a todas las comunidades. Del mismo modo la dermatología es el primer paso, más tarde se va poder implementar en otros ámbitos médicos, como oftalmología, psiquiatría, toda la atención primaria del paciente, resolución de dudas, etc.
Juan Scaliter