Si echamos un vistazo a las dentaduras de los animales, vemos que se trata de una de las mejores maneras de comprobar cómo hemos evolucionado a lo largo de los años. Y es que tenemos serpientes con agujas afiladas capaces de inyectar veneno a sus presas, morsas con dientes caninos que no dejan de crecer durante toda su vida y que le sirven para sacar su cuerpo del agua, o peces bruja (también llamados mixinos) que usan su lengua dentada para introducirse en cuerpos de animales vivos y roer su cuerpo desde dentro (solo pensarlo da repelús).

Pero si hablamos de número de dientes, ¿quién gana? Todo dependerá de si es de tierra o de mar, y de lo que biológicamente consideremos como «diente».

Caminando sobre la tierra

Tenemos que adentrarnos en lo más profundo de las selvas tropicales de Sudamérica para encontrarnos con el armadillo gigante (Priodontes maximus), el cual tiene la friolera de 74 dientes. Seguro que muchos os esperabais más, pero según el conservador del Departamento de Mastozoología del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, Robert Voss, «se trata de una anomalía dentro de los mamíferos». Y es que este grupo de vertebrados tiene en sus filas a las especies menos dentadas de la Tierra (solo pensad que los seres humanos apenas tenemos 32 dientes). Pero tiene su explicación…

GIANT ARMADILLO. PRIODONTES GIGANTEUS. DAS EMAS NATIONAL PARK, BRAZIL.

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La mayoría de los mamíferos son heterodontos, es decir, sus dientes tienen más de una forma y son complejos. Esto permite interacciones precisas entre la mandíbula inferior y la superior, proporcionando facilidades para triturar la comida y que esta se distribuya en nuestra boca. Esto nos permite que absorbamos más energía y nutrientes. Pero en el caso de los armadillos gigantes, ellos son homodontos, lo que significa que sus dientes son todos iguales. Su alimentación se basa en animales vertebrados de cuerpo blando, que apenas requieren mucho esfuerzo de su mandíbula para liberar la energía que le proporciona su carne.

Además, existe otro punto positivo. Evolutivamente hablando, tener dientes más simples significa que puede caber más alimento en la boca. Si a esto añadimos que la mandíbula del armadillo es larga, se explica por qué estos mamíferos tienen una dentadura tan amplia.

Bajo el mar

Aquí los reyes son los tiburones, los cuales poseen un sistema rotacional que les permite tener una dentadura nueva prácticamente cada semana de su vida. En lugar de tener una línea de dientes enraizados en las mandíbulas, estos se encuentran en filas (entre 5 y 15 en cada una), unos detrás de otros de tal manera que si uno se cae o se daña, ya hay otro que se coloca en su posición. De entre todas las especies, la que más dientes posee es el tiburón Réquiem.

The hystery of beqa lagoon

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Pero, ¿por qué los tienen este sistema? Según el director del programa de Florida especializado en la investigación de estos escualos, Gavin Naylor, «creo que una mejor pregunta es, ¿por qué no? ¡No se requiere dentista! Esta especie de cinta transportadora perpetua permite a los tiburones reemplazar los dientes que pierden con frecuencia en feroces batallas con sus presas. Los dientes son importantes para la alimentación, por lo que reemplazarlos continuamente podría conferir tremendas ventajas».

Pero si nos ceñimos a una cifra, un tiburón Réquiem puede llegar a tener en toda su vida alrededor de 30.000 dientes.

Pero el ganador absoluto es…

Si eliminamos de nuestra ecuación el significado literal de diente, existen otras especies que ganan por goleada a cualquiera de los ya mencionados: los gasterópodos, como los caracoles o las lapas. Ellos no tienen, como los vertebrados, unos dientes tradicionales de fosfato de calcio, sino que poseen lo que se conoce como rádula. Se trata de una lengua, recubierta de cientos de dientes quitinosos que les permiten roer el alimento, ya sea vegetal o cárnico.

Umbrella Sidegill Slug, Umbraculum mediterraneum, Susac, Dalmatia, Adriatic Sea, Croatia

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Cuando sus dientes se van desgastando con el tiempo, vuelven a salir otros nuevos. Un sistema muy parecido al que hemos visto con los tiburones. Si tuviéramos que destacar el gasterópodo con mayor número de dientes este es sin duda el Umbraculum umbraculum, una colorida especie en forma de molusco que puede llegar a tener unos 750.000 «dientes» en toda su vida.

Fuente: Live Science

Alberto Pascual García