La NASA ha cumplido 60 años y entre los objetivos trazados en el horizonte más cercano, está Marte. La administración Trump no ha ocultado sus deseos de que la agencia espacial comience a desarrollar la que sería la primera misión tripulada al planeta rojo. Pero los problemas técnicos y humanos para llevar a cabo dicha empresa distan mucho de estar solucionados.
Y, ahora, un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Georgetown ha revelado un nuevo impedimento. Y es que la radiación que los astronautas recibirían durante el viaje de ida y vuelta (que duraría aproximadamente un año), dañaría gravemente su tejido gastrointestinal.
Los autores del estudio realizaron un experimento con ratones, y observaron que en un hipotético viaje a Marte, absorberían el equivalente al 60 % de la dosis máxima de radiación que recibirían durante toda su vida si no realizasen dicho viaje espacial.
En el caso de los astronautas eso comprometería seriamente su futura carrera, ya que les impediría realizar más misiones. Pero, además también afectaría a su salud. Los investigadores observaron que los ratones participantes en el experimento sufrían graves daños en su tejido gastrointestinal que les hacía más propensos a sufrir cáncer en esa parte del organismo.
Los investigadores explican que, tal vez, en el futuro exista la tecnología que aporte a las naves la protección necesaria contra esas radiaciones. Pero, en el momento actual, una misión así sería de alto riesgo para la salud de los astronautas.
Vicente Fernández López