Los gestos que usan los chimpancés para comunicarse entre ellos están sujetos a una misma ley lingüística que el lenguaje humano, según acaba de descubrir un equipo de científicos británicos cuyo trabajo ha publicado la revista Proceedings of the Royal Society B.
Los intentos por encontrar y describir semejanzas entre los idiomas por parte de los lingüistas siempre han sido complicados. La mayoría se limita a señalarlas usando modelos formales considerando sus componentes (fonética, sintaxis, morfología y semántica) por separado. Y así han podido desarrollar ciertas leyes lingüísticas y estadísticas que se repiten en todas las lenguas naturales.
Lo que ha hecho este equipo dirigido por el profesor Stuart Semple, de la Universidad de Roehampton (Reino Unido), ha sido trasladar esas leyes a los chimpancés y estudiar si también podrían aplicarse a su comunicación. Tomaron, en primer lugar, la ley de contracción de Zipf, según la cual la longitud de una palabra es inversamente proporcional a la frecuencia con que se usa. Cuanto más corta es, más se usa. La segunda, la ley de Menzerath, establece que las unidades de lenguaje más largas consisten en componentes más cortos. Por ejemplo, las sílabas en una palabra más larga serán más cortas que las sílabas en una palabra corta.
El experimento se llevó a cabo con 48 chimpancés y 359 clips de comunicación. Los 2.137 gestos que identificó el equipo de científicos fueron divididos en 58 tipos. 873 resultaron ser unidades separadas. Los restantes observaron que se utilizaban en conjuntos (de dos a 45). Sobre esta base de datos, confirmaron que no se cumplía en ellos la ley de contracción de Zipf, pero sí la ley de Menzerath. Es decir, hay una correlación directa en el subgrupo de gestos que los chimpancés realizaron con su cuerpo. Los científicos destacan la importancia de este tipo de estudios para descifrar la naturaleza evolutiva de la comunicación.
Marian Benito