Dos químicos franceses han recreado un viejo experimento con el que se creyó encontrar el eslabón perdido entre la materia inorgánica y los organismos vivos. Les ha salido así de bonito
Son ejercicios de diseño que marcan las tendencias del futuro. Extravagantes y atrevidos porque no tienen en cuenta los costes de producción, la comodidad ni la eficiencia