Entre 1633 y 1992, el padre de la astronomía moderna fue oficialmente un hereje para la Iglesia Católica, después de que un Tribunal de la Inquisición le condenara a lo que hoy llamaríamos arresto domiciliario de por vida. Su crimen fue negar que la Tierra fuera el centro del Universo, y descubrir que la Tierra giraba en torno al Sol.
Después de que el papa Juan Pablo II reconociera hace 17 años “el error” de la Iglesia al denostar a Galileo Galilei por una “trágica incomprensión mutua”, el Museo del Vaticano se une ahora a las celebraciones del Año Internacional de la Astronomía exhibiendo 130 objetos del científico, entre instrumentos, mapas, maquetas, cuadros, fotografías, códices, manuscritos y libros.
Si hay que fijarse en algo al visitar la muestra, la mejor elección es al réplica exacta del primer telescopio –del que él fue también inventor– que el toscano utilizó en 1609 para observar las estrellas. Ése es el momento que la historia de la Ciencia determina como el nacimiento de la astronomía moderna.
La exposición, en la que también pueden contemplarse instrumentos de otros célebres astrónomos, permanecerá abierta al público en la Santa Sede de Roma hasta enero de 2010.
Redacción QUO