Efectivamente, hay veces que estrujas la piel de un cítrico y expele pequeños chorros de líquido que no es el zumo de la pulpa. Y es inflamable. Lo que ocurre es que las cáscaras de cítricos contienen altas cantidades de un compuesto (un aceite) llamado limoneno.
Esta sustancia pertenece a la familia de los terpenos, que son compuestos formados fundamentalmente por carbono e hidrógeno, y que, como buenos hidrocarburos que son, arden con facilidad. La resina de las coníferas, por ejemplo, se usaba en los quinqués porque contiene terpenos.
Enviada por Gonzalo García, correo electrónico
Redacción QUO