De acuerdo con una investigación realizada por científicos del CSIC, la baja diversidad genética de los neandertales era contrarrestada por la práctica de las mujeres de trasladarse a otros grupos. Este comportamiento es común en el 70% de los grupos cazadores‐recolectores modernos y se conoce como patrilocalidad.

Los resultados se obtuvieron al analizar genéticamente el ADN mitocondrial (el que se hereda de la madre) de 12 neandertales descubiertos en la Cueva de El Sidrón (Asturias) en 1994. El estudio, realizado por el genetista Carles Lalueza Fox, (Instituto de Biología Evolutiva, CSIC‐Universidad Pompeo Fabra, Barcelona), el paleobiólogo Antonio Rosas (Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC, Madrid) y el arqueólogo Marco de la Rasilla (Universidad de Oviedo) sería el primero que ha secuenciado el ADN de un número importante de neandertales pertenecientes a un mismo grupo.

Los resultados, que se publicarán en la revista Proceedings of the National Academy of Siencies, muestran que los 12 individuos pertenecen a tres linajes maternos diferentes: siete de ellos pertenecen al linaje A, otros cuatro al B y un último al C.

Lo revelador del estudio es que, mientras las hembras adultas pertenecen a distintos linajes, los machos comparten el mismo. “Este hecho concuerda con la hipótesis de que eran las hembras las que se movían de un grupo a otro – explica Antonio Rosas –. De hecho algunas especies de primates la practican.”

Según el artículo, las conclusiones de esta investigación pueden ayudar a definir las condiciones de supervivencia y fertilidad bajo las que vivieron los neandertales y que, finalmente, dieron lugar a su extinción.

Juan Scaliter