Según la teoría de algunos científicos planetarios, podría ser posible que nuestra vida en el planeta Tierra descienda directamente de organismos de Marte, que llegarían a terreno terrícola mediante una lluvia de meteoritos.
Ahora, un trabajo de investigación llevado a cabo por investigadores de Harvard y el Hospital General de Massachusetts seguido de cerca por el EAPS (European Associaton for Population Studies) defiende esta teoría. Han realizado trabajos e investigaciones centrándose en la búsqueda de ARN o ADN, específicamente en aquellas secuencias particulares de estas moléculas.
De origen biológico
La idea se basa en varios hechos que han sido bien establecidos en el tiempo. Según afirman, en los primeros días del sistema solar, el clima en Marte y la Tierra eran más similares de lo que lo son hoy en día, lo que podría explicar que la vida que surgió en un planeta, pudiera haber sobrevivido en el otro.
En segundo lugar, según los cálculos, los científicos planetarios consideran que aproximadamente unos mil millones de toneladas de roca hicieron un largo viaje desde Marte a nuestro planeta, desplazándose por el espacio interplanetario antes de golpear la Tierra. En tercer lugar, los microorganismos y microbios han demostrados ser capaces de sobrevivir el choque de aquel impacto, y existe una evidencia de que podría sobrevivir miles de años de tránsito a través del espacio antes de llegar a otro planeta.
¿Entonces qué?
Eso se preguntan desde el MIT ¿Somos descendientes de Marte?. Si así fuera, tendríamos mucho que aprender acerca de nuestros orígenes biológicos mediante el estudio de la bioquímica de Marte, ya que las huellas de este posible rastro en nuestro planeta se han perdido, pero sin embargo, podrían conservarse aún en Marte.
Por ello, el dispositivo de investigadores del MIT quiere tomar muestras del suelo «marciano» y aislar aquellos microbios vivos o restos de los mismos, que pudieran haber conservado ADN viable. De esta forma, separando el material genético, podrían utilizar técnicas bioquímicas normalizadas para analizar sus secuencias genéticas.
A por el ADN
El equipo ha desarrollado un dispositivo que podría tomar una muestra del preciado suelo por debajo de la superficie. Este proceso, ayudaría para separar el ADN de cualquier organismo que lo permita, amplificarlo mediante las mismas técnicas usadas para las pruebas forenses de ADN y buscar los marcadores bioquímicos que den signos de secuencias genéticas particulares, que son prácticamente universales entre todas las formas de vida hasta ahora conocidas.
Os imagináis que ahora los extraterrestres…. ¡¿somos nosotros?!
Redacción QUO