El suelo rojo de Marte sigue constituyendo el gran sueño para las agencias espaciales de todo el mundo. Para aproximarse un poco más a él, un equipo del Foro Espacial Austríaco ha realizado la misión simulada MARS2013 en pleno desierto del Sáhara. Durante tres semanas, han recogido datos encaminados a preparar una futura expedición humano-robótica a la superficie de Marte. Allí han llevado a cabo experimentos dirigidos a probar tanto trajes espaciales, robots y equipos como estrategias de comunicación con los puestos de mando. Además de los que se describen en estas páginas, han realizado ensayos con un sistema de láser para detectar vida, vehículos tipo quad para el transporte por superficie, y la recogida y transmisión de las constantes vitales de los astronautas al centro de control, situado en Austria.

Varios de esos proyectos han estado diseñados por equipos de otros países que colaboran con el Foro austríaco en el programa internacional PolAres, dirigido a la interacción entre humanos y robots, y la protección de los planetas.

Una vez en casa, los participantes en la misión se han enfrascado en la laboriosa fase de procesar los datos recabados, para aplicar las conclusiones a la exploración espacial.

Imagen: (c) OeWF (Katja Zanella-Kux)

Cobijo para dos

Ante una situación de emergencia, lo mejor es desplegar este refugio, diseñado por la Universidad de Tecnología de Viena. Capaz de suministrar oxígeno para 48 horas a dos astronautas, cuando está cerrado puede llevarse como mochila.

(c) OeWF (Katja Zanella-Kux)

 

¿Qué son estas piedras?

Los astronautas practicaron una de las tareas básicas de una misión: la recogida de muestras. Se les ofreció un curso previo sobre técnicas y utensilios, pero, como los exploradores “reales”, desconocían los detalles geológicos de la zona.

(c) OeWF (Katja Zanella-Kux)

Noticias del tiempo

HUNVEYOR-4 es una estación meteorológica controlable por internet desde Tierra. Ha sido construida por estudiantes de la Universidad Óbuda de Székesfehérvár (Hungría). Se comprobó su resistencia al clima y la operabilidad de sus componentes.

(c) OeWF (Katja Zanella-Kux)

 

Un perro espacial

El robot de fabricación húngara Puli debe su nombre a una raza de perros pastores. Desarrollado para participar en el Google Lunar X Price, se mueve con una combinación de patas y ruedas. El equipo comprobó su fiabilidad en terreno rocoso y el sistema de control remoto.

(c) OeWF (Katja Zanella-Kux)

Vestidos para la ocasión

El uniforme de trabajo fue un simulador de traje espacial diseñado por el Foro Espacial Austríaco. El Aouda.X está pensado para estudiar posibles fuentes de contaminación y la adaptación a diversos niveles de presión.

(c) OeWF (Katja Zanella-Kux)