La malaria, una de las enfermedades infecciosas más extendidas y costosas, con frecuencia infecta a las mujeres embarazadas y se acumula en la placenta, lo que resulta en lo que se conoce como malaria placentaria (MP). La MP y otras formas de malaria asociada con el embarazo pueden causar complicaciones como el bajo peso al nacer y son responsables de hasta 100.000 muertes en todo el mundo cada año.

Un equipo de científicos, liderados por Pamela Odorizzi, han descubierto que las células inmunes fetales humanas pueden proliferar en respuesta a la infección de malaria en mujeres embarazadas, un hallazgo que ayuda a desmitificar la inmunidad fetal y potencialmente tiene implicaciones para los programas de control de la malaria.

Investigaciones anteriores han indicado que las moléculas del parásito de la malaria podrían desencadenar respuestas de las células T fetales, pero el alcance de las respuestas fetales contra la malaria y otras enfermedades sigue siendo desconocido. Para comprender mejor el impacto de la exposición a la malaria en el sistema inmune fetal, el equipo de Odoizzi analizó las células T en la sangre del cordón umbilical de 182 bebés ugandeses nacidos de madres con y sin MP. Los bebés nacidos de madres con MP tenían niveles más altos de células T fetales de memoria y células T que expresan moléculas inflamatorias, que proliferaron en respuesta a los antígenos de la malaria.

Los investigadores siguieron a los mismos niños hasta los dos años de edad y observaron que los bebés que presentaban una mayor frecuencia de células T debido a la exposición a la MP tenían una incidencia 70% menor de malaria clínica en comparación con los bebés con frecuencias de células T más bajas, lo que sugiere que la exposición a la MP podría generar protección contra la malaria en la infancia. Los estudios futuros deben evaluar la naturaleza y la durabilidad de este efecto protector, concluyen los autores.

El estudio se ha publicado en Science Translational Medicine.

Juan Scaliter