En la Antártida hay tres volcanes en activo. El monte Erebus, otro en la isla Buckle, y el tercero en la isla Deception. Este lugar fue bautizado así en 1820 por un cazador de focas llamado Natan Palmer. El motivo de dicho nombre fue debido a la sensación que le produjo descubrir que, lo que parecía una isla normal, en realidad era una caldera volcánica.
Ahora, un equipo conjunto de investigadores de las universidades de Barcelona, Salamanca, Cambridge y Leicester, han descubierto que en esa isla se produjo una de las más colosales erupciones volcánicas de la historia.
El evento tuvo lugar hace aproximadamente 3.900 años, y el análisis de los sedimentos ha revelado que aquella erupción provocó que el volcán arrojara unos 60 kilómetros cúbicos de cenizas. Un volumen comparable al de la erupción del volcán Tamborá en Indonesia, que se produjo en 1815, y que está considerada una de las mayores de la historia moderna.
Y al igual que la explosión del Tamborá provocó un enfriamiento del clima al nivel mundial, dando lugar al llamado “año sin verano”, los investigadores consideran que la erupción de la isla Deception también tuvo un impacto climatológico notable. Y todos los datos sugieren que pudo ser la mayor producida durante el Holoceno, y una de las más grandes de la historia.
Hay que recordar que este volcán antártico sigue activo, y que las dos últimas veces que entró en erupción fueron en 1967 y en 1970.
Fuente: ScienceDaily.
Vicente Fernández López