Nuestras neuronas se comunican entre sí mediante el envío de señales electroquímicas a lo largo de los axones. Cuando una neurona está a punto de emitir una señal, en forma de carga eléctrica, permite que los iones pasen a través de los canales iónicos. Esta transferencia de iones crea una diferencia de potencial eléctrico entre el interior y el exterior de la célula, y esa diferencia se conoce como el potencial de membrana.
Una mejor comprensión de la actividad eléctrica de las neuronas podría proporcionar información sobre una serie de procesos que tienen lugar en nuestro cerebro. Por ejemplo, los científicos podrían ver si una neurona está activa o en reposo, o si está respondiendo a un tratamiento farmacológico. Hasta ahora, la única forma de controlar las neuronas era inyectando fluoróforos en la parte del cerebro que se estaba estudiando o colocando electrodos, pero los fluoróforos pueden ser tóxicos y los electrodos pueden dañar las neuronas.
Ahora, un equipo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza, ha encontrado una manera de monitorear los cambios en el potencial de la membrana y observar los flujos de iones al estudiar, analizando el comportamiento de las moléculas de agua que rodean las membranas de las neuronas. Los resultados se han publicado en Nature Communications.
“Cuando el potencial de membrana cambia – explica Sylvie Roke, líder del estudio, en un comunicado –, las moléculas de agua se reorientan y podemos observar ese cambio. Esto no solo puede ayudarnos a comprender los mecanismos que utiliza el cerebro para enviar información, sino también podría atraer a las compañías farmacéuticas interesadas en las pruebas de productos in vitro. Al mismo tiempo hemos demostrado que podemos analizar una sola neurona o cualquier número de neuronas a la vez”.
El título del estudio es Membrane water for probing neuronal membrane potentials and ionic fluxes at the single cell level.
Juan Scaliter