La isla de Pascua o Rapa Nui, es conocida por su elaborada arquitectura ritual, en particular por sus numerosas estatuas (los famosos moai, cerca de 900 en total) y las plataformas monumentales que las sustentan, llamadas ahu.
Los investigadores, liderados por Carl Lipo, se preguntaron por qué los antiguos habitantes de la isla construyeron estos monumentos en sus respectivos lugares, teniendo en cuenta cuánto tiempo y energía se requería para ello.
Para responder a ello utilizaron un modelo espacial que señala las relaciones potenciales entre los lugares de construcción de los ahu y los recursos de subsistencia, como los huertos agrícolas, los recursos marinos y las fuentes de agua dulce, los tres recursos más críticos en Rapa Nui.
Sus conclusiones, publicadas en PlosOne, sugieren que las ubicaciones de los ahu se explican por su proximidad a las limitadas fuentes de agua dulce de la isla.
“El tema de la disponibilidad de agua (o la falta de ella) ha sido mencionado a menudo por investigadores que trabajan en Rapa Nui – explica Lipo –. Cuando comenzamos a examinar los detalles de la hidrología, notamos que el acceso al agua dulce y la ubicación de las estatuas estaban estrechamente vinculados. No era obvio cuando se camina por la zona, ya que no vemos indicaciones obvias de agua. Pero cuando comenzamos a observar las áreas alrededor de los ahu, encontramos que estaban exactamente vinculadas a los lugares donde emerge el agua subterránea fresca. Y cuanto más profundizamos, más consistentemente vimos este patrón. Los lugares sin plataformas ni moai, por otra parte, no mostraron agua dulce. El patrón fue sorprendente y sorprendente en su consistencia. Incluso cuando encontramos estructuras en el interior de la isla, descubrimos fuentes cercanas de agua potable”.
Actualmente, los investigadores solo tienen datos completos sobre el agua dulce en la zona occidental de la isla y planean hacer un estudio completo de la isla para continuar probando su hipótesis de la relación entre los ahu y el agua dulce.