El pasado mes de julio se produjo un acontecimiento astronómico sin precedentes. Los telescopios Atlas, instalados en Hawái, captaron el resplandor de una colosal explosión cósmica producida en la constelación de Hércules, situada a doscientos millones de años luz.
En principio pensaron que podría tratarse una supernova. Pero había algo que no cuadraba. El resplandor era cien veces superior al que producen las supernovas, viajó mucho más rápido, y se desvaneció en un tiempo inferior al que suelen hacerlo los provocados por aquellas.
Ahora, en el transcurso del encuentro anual de la American Astronomical Society, los autores del descubrimiento han presentado sus conclusiones. Y creen que ese evento astronómico, que ha sido bautizado con el nombre de AT2018cow (aunque se le conoce con el apodo de The Cow, La Vaca), podría ser la primera imagen del nacimiento de un agujero negro.
Fuente: NASA.
Vicente Fernández López