Una hipernova es un tipo muy energético de supernova, que se produce cuando las estrellas muy masivas colapsan al llegar al final de sus vidas. Al colapsar su núcleo, la estrella genera un agujero negro y emite dos chorros de plasma desde sus polos, a velocidades similares a la de la luz que, a su vez, generan erupciones de rayos gamma.

Las hipernovas fueron detectadas por primera vez en 1998, aunque se trata de un fenómeno poco común. Pero, el pasado 5 de diciembre, se detectó una erupción de rayos gamma (evento estelar bautizado con el nombre de GRB171205A), en una galaxia situada a 500 millones de años luz de la nuestra. Lo que indicaba que podía tratarse una hipernova.

Investigadores de la Universidad de Leicester y del Instituto de Astrofísica de Andalucía, han publicado en Nature, un estudio que explica el mecanismo de este tipo de evento astronómico.

Tal y como recrea la ilustración, la interacción de los chorros de plasma con las capas externas de la estrella, forma una especie de envoltorio gaseoso con forma de capullo. Si el chorro logra atravesarlo, como en este caso, se produce entonces una erupción de rayos gamma como la que se captó el día 5.

Pero también puede ocurrir que el chorro no logre traspasar esa especie de capullo gaseoso. Y eso explica que existan hipernovas que no van acompañadas por esas erupciones de rayos gamma.

Fuente: ScienceDaily.

Vicente Fernández López