Cuando pensamos en el cambio climático, la idea que nos viene a la mente son ciudades costeras anegadas, zonas desérticas en Europa y temperaturas extremas junto a lluvias, inundaciones y olas de calor más intensas y frecuentes.
Pero esa es una sola cara de la moneda. Hay países que cambiarán por completo. Y algunos, increíblemente, para bien.
Un equipo internacional de científicos ha evaluado el impacto del cambio climático en la región boreal del planeta, que incluye grandes zonas de Canadá, Suecia, Noruega, Finlandia, Rusia y los Estados Unidos y la conclusión, publicada en Scientific Reports, es que el cambio climático podría ampliar la capacidad agrícola de esta región en un 44%.
Mediante el uso de modelos climáticos globales, el equipo de expertos, liderado por Joseph Holden, pudo predecir la extensión futura de los días de sol, temperaturas y los cambios en la lluvia. Los resultados estiman que para 2099, aproximadamente el 76% de la región boreal podría alcanzar las condiciones adecuadas para la agricultura.
Sin embargo, los científicos advierten que las mismas tendencias climáticas que aumentarían la tierra adecuada para el crecimiento de cultivos en esa área también podrían cambiar significativamente el balance climático global, lo que afectará negativamente a la agricultura en el resto del mundo.
“El cambio climático tendrá un profundo impacto en nuestras regiones agrícolas – concluye Holden en un comunicado – . La consecuencia de esto es la pérdida de tierras de cultivo que actualmente son productivas. Por lo tanto, debemos saber si en el norte, las nuevas áreas serán adecuadas para los cultivos y para qué tipo”.
Esto es lo que ocurrirá en el norte pero, ¿qué pasará en otras áreas? De acuerdo con un reciente estudio, publicado en Mitigation and Adaptation Strategies for Global Change, si los gases de efecto invernadero no se reducen, Colombia tendrá un 60 por ciento menos de tierra adecuada para la producción de arroz en 2050, un efecto que comenzará a ser visible dentro de 20 años. Los resultados mostraron que la tierra cultivable adecuada para el arroz de Colombia es actualmente de 4,4 millones de hectáreas, pero podría reducirse a 1,8 millones de en pocas décadas. A diferencia de un país como China, donde la producción de arroz puede moverse a latitudes más altas, la adaptación del arroz en la Colombia tropical favorecerá las elevaciones más altas. Estos resultados sugieren estrategias de adaptación para el sector arrocero colombiano.
Lo que ambos estudios muestran es que el paisaje global que alimentará al planeta puede favorecer a aquellos países que se encuentren más al norte y los que tengan diferentes altitudes en su geografía, pero principalmente se verán favorecidos aquellos que se preparen para estos cambios.
Juan Scaliter