La iluminación estroboscópica en los festivales de música electrónica pueden vincularse, según un reciente estudio publicado en BMJ Open, a un incremente (tres veces más) en el riesgo de ataques epilépticos en individuos susceptibles.

Los autores sugieren que los responsables de estos eventos deberían emitir advertencias y consejos sobre medidas preventivas, especialmente para aquellos que tienen un historial de epilepsia que responde a las luces intermitentes, conocida como epilepsia fotosensible.

Se sabe que la iluminación estroboscópica aumenta el riesgo de ataques epilépticos en individuos susceptibles. Pero los riesgos asociados con asistir a festivales de música electrónica no son ampliamente conocidos, y los organizadores en consecuencia no advierten de forma rutinaria.

El equipo de científicos analizó los posibles impactos en la salud de la iluminación estroboscópica en este tipo de eventos basándose en datos sobre incidentes que precisaron asistencia médica, entre los 400.343 asistentes a 28 festivales de música electrónica que se celebraron en Holanda. De ellos, unos 241.543 asistieron a conciertos nocturnos donde se usó iluminación estroboscópica, y casi 160.000 participaron de conciertos diurnos, donde la iluminación estroboscópica fue menos intensa debido a la luz solar.

En total, se brindó asistencia médica en 2.776 ocasiones: 39 de ellas fueron por ataques epilépticos, 30 de los cuales ocurrieron durante los conciertos nocturnos, lo que significa que el riesgo de un ataque asociado con un evento nocturno fue 3,5 veces mayor que en los eventos diurnos.

Si bien se trata de un estudio observacional, y como tal, no puede establecerse la causa, los autores señalan que “creemos que nuestros números son probablemente una subestimación del número total de personas que sufrieron ataques epilépticos. Independientemente de si los efectos de luz estroboscópicos son los únicos responsables o si la privación del sueño y/o el abuso de sustancias también juega un papel importante, la interpretación apropiada es que los grandes festivales, especialmente durante la noche, probablemente causen que al menos un número de personas por evento sufran ataques epilépticos”.

Juan Scaliter