La anomalía de las Pioneer es uno de los grandes misterios científicos. También conocido como Efecto Pioneer consiste en la desviación observada en la trayectoria de las sondas espaciales que han sido lanzadas al exterior de nuestro Sistema Solar (Como Pioneer 10 y Pioneer 11). Los cosmólogos han estado estudiando y discutiendo durante años las razones de estas ‘ligeras derivas’ de las sondas, pero hasta ahora, gracias al último trabajo de Slava G. Turyshev y su equipo, no se ha resuelto el enigma.
Son muchas las teorías que los investigadores han lanzado desde entonces. Algunas achacaban las desviaciones a nubes de materia oscura, las cuales frenaban y variaban la trayectoria de las sondas. Otros volvían a poner en duda a Einstein y a la conveniencia de revisar su Teoría de la Relatividad General cuando se hablaba de distancias interplanetarias. En 2011, como nos recuerda Francis Villatoro en su blog «Francis (th) E mule Science’s News«, la NASA ofrecía nuevos datos que decían apuntar a la respuesta definitiva sobre el misterio de las Pionner: «el origen de la anomalía en la aceleración de las sondas Pioneer 10 y 11 es que la emisión de calor del pequeño reactor nuclear que las hace funcionar es asimétrica (anisotrópica)» que, sin embargo, como apunta Villatoro: «quedaba un pequeño porcentaje de anomalía sin explicación, como un 20% del valor». Tras un año más de investigaciones, Turyshev y sus colegas parecen haber dado con la respuesta definitiva.
Según el equipo de investigadores, la anomalía de las Pioneer tiene un origen térmico provocado por los motores de la propia sonda, en consecuencia a la emisión anisótropa de radiación térmica. Al parecer el misterio que ha llevado a investigadores y cosmólogos de cabeza queda por fin resuelto.
Redacción QUO