Son cientos los exoplanetas, mundos ubicados en el exterior de nuestro Sistema Solar, los que han sido descubiertos en los últimos años. En 2011, los astrónomos descubrieron algo nuevo: planetas ‘solitarios’, cuerpos oscuros con una masa similar a Júpiter que flotan en el espacio sin la compañía de ninguna estrella, también conocidos como mundos errantes. No son concretamente planetas. Tampoco estrellas. Se mueven con libertad por el espacio tras haber sido expulsados de su sistema planetario. Nada les acompaña, ni tan siquiera una cálida estrella.
Ahora, una reciente investigación publicada por el equipo del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica sugiere que esos mundos solitarios podrían vagar por el espacio en busca de un nuevo hogar con un sol distinto. Para el estudio, los investigadores hicieron una simulación: agrupar jóvenes estrellas que contienen este tipo de planeta nómada. Los resultados mostraban que si el número de planetas solitarios es el mismo que el de estrellas, casi un 6% de las estrellas podrían atraer uno de estos planetas. La suerte de la estrella dependerá de lo masiva que esta sea (Bennett postula que en el universo podría haber el doble de mundos errantes que de estrellas).
El estudio, que será publicado próximamente en The Astrophysical Journal, afirma también que miles de millones de estrellas en nuestra galaxia pueden haber capturado ya a varios mundos errantes en su paseo errante por la galaxia.
Planetas nómadas
Estos planetas, también conocidos como «objetos aislados de masa planetaria«, tienen una masa inferior a la necesaria para una fusión de cualquier tipo. Según la teoría actual de formación de sistemas solares, estos planetas «pueden salir eyectados en conjunto del sistema solar si sus órbitas se hacen inestables.» Son una consecuencia propia de la formación de estrellas, pues los nuevos sistemas de estrellas contienen múltiples planetas por la acreción de gas y polvo en órbita alrededor de la nueva estrella.
Redacción QUO