Sería como si el globo estuviese hecho de plomo. Para que un globo flote en cualquier atmósfera, el gas del interior debe ser más ligero que el aire que lo rodea.

El ultraligero helio asciende en la atmósfera terrestre con facilidad, ya que esta se compone principalmente de nitrógeno molecular y oxígeno. Pero según Marc Rayman, ingeniero del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, «En la Luna no hay aire, por lo que no hay nada sobre lo que el helio se pueda alzar«. Incapaz de evitar débil gravedad lunar, que es una sexta parte que la de la Tierra, el globo caería al suelo.

Si quieres montar una fiesta de cumpleaños en la Estación Espacial Internacional te encontrarás con el caso contrario. Como la presión atmosférica de la estación se conserva igual que al nivel del mar en la Tierra, un globo de helio flotaría sin problema, pero como la estación apenas tiene gravedad, no habría fuerza que no hiciese subir ni bajar. «Se quedaría estático, tal y como lo haría un martillo», comentó Rayman.

Redacción QUO