Requiere unas condiciones específicas de presión, humedad y temperatura que cambian constantemente en el tiempo y en el espacio geográfico. Los intentos se han limitado a experiencias de laboratorio que luego no han tenido efectos en un ambiente natural.
Lo único que se ha podido conseguir ha sido modificar la estructura interna de nubes ya formadas para cambiar la trayectoria de una nube de tormenta o para disolver granizos de gran tamaño que pudiesen ser dañinos para los cultivos. Se inyectan núcleos de condensación (yoduro de plata, diatomita) en nubes cumuliformes (cúmulos y cumulonimbos) mediante avionetas, cohetes o estufas de sublimación.
Redacción QUO