¿Alguna vez te has preguntado si eres una simple línea de código dentro de un ordenador gigante y superpotente? Claro, todos lo hemos hecho. Pero Nick Brostom, un filósofo transhumanista del Instituto del Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford, le ha dado más vueltas que la mayoría de nosotros a esta posibilidad.

La idea de que solo existimos en una simulación informática de otro ser no entra tanto en el dominio de la ciencia ficción como se podría pensar. No sería como en Matrix, donde las personas estarían en la simulación sin saberlo. De hecho, la situación de una realidad alternativa más probable es que seamos bits de información en un algoritmo de un ordenador increíblemente potente que habría construido una civilización posthumana y superavanzada para comprender cómo vivió y evolucionó la sociedad de sus antepasados.

«Llegué a esta conclusión suponiendo que una de las siguientes hipótesis tiene que ser cierta: Uno: los humanos se extinguirán antes de ser capaces de diseñar un ordenador lo bastante potente para crear simulaciones capaces de crear mundos virtuales completos llenos de personas con inteligencia virtual. Dos: una civilización posthumana avanzada tendría estos ordenadores pero ningún deseo de hacer simulaciones sobre sus antepasados. O tres: estamos viviendo ya en una simulación, y esta página -al igual que tú- es solo una serie de unos y ceros».

Estas son las únicas opciones, y dado que no hay una razón para escoger a una de ellas sobre las demás, cada una tiene un tercio de posibilidades. «Sin embargo, a mí me da la sensación de que solo hay un 20% de posibilidades de que estemos viviendo en una simulación. Este presentimiento, no obstante, aumenta las posibilidades de las opciones uno y dos, lo cual es un poco decepcionante porque me gustaría pensar que los humanos no nos extinguiremos, y que somos lo suficientemente interesantes para merecer una simulación».

Redacción QUO