La mayoría de los científicos creen que las cantidades de dióxido de carbono y de otros muchos contaminantes de los cigarrillos tienen un efecto, como mucho, insignificante en el clima.
De hecho, según John M. Wallace, profesor de la Universidad de Washington en el departamento de la investigación del clima, «podrían incluso impedir el calentamiento global de una forma igualmente insignificante, porque las partículas blancas del humo reflejarían algo de la energía del Sol, y por lo tanto disminuiría el calor.
Redacción QUO