Unos científicos han descubierto que en una sencilla burbuja jabonosa pueden simular auténticos ciclones tropicales, gigantescas tormentas que consiguen su energía de la condensación del aire húmedo de los océanos de aguas templadas. Por eso se desarrollan sólo cerca del ecuador.

Una pompa de jabón, al igual que la atmósfera, está constituida por una capa muy delgada en comparación su diámetro y su materia circula libremente, lo que permite simular en su superficie el movimiento aleatorio que rige el comportamiento de los huracanes. Un grupo de investigadores franceses se pusieron manos a la obra pero se encontraron un problema: la distribución de las temperaturas en la atmósfera terrestre no es uniforme, como una burbuja.

Para resolver este inconveniente, los científicos crearon una semi-burbuja formada por una superficie de agua y jabón en contacto con un recipiente caliente. En el ecuador de la semi-burbuja, la temperatura era de 45 ºC, y más baja a nivel del polo. Durante el experimento aparecieron en la base numerosas corrientes de convección y se formó un gran remolino, igual que el de un huracán. El equipo comparó el resultado de la investigación con las trayectorias de los ciclones de la temporada 2003-2004, y para su sorpresa, encontraron que los movimientos eran muy parecidos. Aunque los huracanes se ven muy afectados por otros fenómenos atmosféricos, el experimento podría ayudar a prever sus trayectorias y prevenir sus riesgos, tan poco desdeñables como marejadas, vientos fuertes, intensas precipitaciones o deslizamientos e inundaciones.

Fuente: «Píldoras marinas» (Divulga)

Redacción QUO