Frikis del mundo, enhorabuena: otro hito futurista de la ciencia ficción se hace realidad. La técnica que los vulcanianos de Star Trek usaban para compartir pensamientos, recuerdos y otra información de cerebro a cerebro está hoy más cerca de ser posible. De momento, dos ratones han protagonizado el primer intercambio de este tipo. Lo que pasaba por la cabeza de uno se transmitía a través de internet directo a la mente del otro. Sí, así de alucinante. Trata de encajar de nuevo la mandíbula.

La idea se les ha ocurrido a dos equipos de la Universidad de Duke: uno en USA y otro en Brasil, quienes usando el pequeño cerebro de dos ratones a modo de router, consiguieron establecer la conexión. Los resultados del estudio, publicados en Scientific Reports, muestran como un roedor en Brasil podía transmitir ‘sus pensamientos’ mediante sensores electrónicos y enviarlos a su colega rata de EEUU, quién imitaba su conducta. Los animales, que disponían de electrodos conectados al PC de los investigadores, enviaron sus intrigantes pensamientos vía cable de un cerebro a otro.

El procedimiento fue el siguiente. Nicolelis y sus colegas llevaron a cabo distintos experimentos dividiendo a las ratas en dos grupos: ‘codificadores’ y ‘descodificadores‘. El fin era saber si los roedores descodificadores podían procesar y responder a los estímulos visuales y táctiles que ha experimentado originalmente el roedor codificador.

En uno de los experimentos, los científicos entrenaron a dos grupos de ratas para que accionasen una serie de palancas cuando se encendiera una luz encima de ellas. Cuando lo hacían bien, les daban un trago de agua como premio. La dificultad es que la luz podía encenderse en la caja de la rata ‘codificador’ y el ‘descodificador’ debía saberlo y pulsar la palanca correcta en su propia caja. Acertaron un 70% de las veces.

¿Quieren invadir nuestra mente?

Ya no es solo ciencia ficción, y lo demuestra el hecho de que el Pentágono ha puesto 26 millones de dólares para la investigación y el trabajo en las interfaces cerebro-máquina o ‘cerebro orgánico’ como lo llama Miguel Nicolelis, autor principal del estudio. Nicolelis plantea la opción de unir varios cerebros con el fin de resolver problemas para los que el cerebro individual no está preparado.

Otros colegas de profesión ven en esto «un campo de minas» para cuestiones de ética. Máxime porque las ratas no son el primer trabajo de Nicolelis con el fin de conectar cerebros. La noticia salta solo unos días después de que se publicase un vídeo de Nicolelis en las charlas TED en el que contaba cómo era capaz de utilizar las señales cerebrales de un mono para controlar un avatar robótico.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=CR_LBcZg_84[/youtube]

Los resultados de este estudio están basados en 15 años de duro trabajo investigando las interfaces cerebro-máquina. Interfaces que pueden llegar a captar señales eléctricas procedentes de cerebros de personas con parálisis y traducirlos posteriormente mediante comandos que mueven un determinado ‘gadget’ como puede ser el cursor de un PC o un brazo robótico.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=nNuntbrwXsM[/youtube]

Redacción QUO