Como avisábamos en uno de nuestros reportajes de QUO Marzo, Rovio, la empresa finlandesa que lanzó a la fama a los pájaros cabreados, no quiere quedarse solo en ser una empresa de videojuegos, sino que aspira a ser la nueva Disney y convertirse en un conglomerado mediático o una multinacional del entretenimiento.
Así lo han demostrado en el Centro Espacial Kennedy, donde invitados por la NASA, los Angry Birds pasarán más de un año y medio para deleite de los más jóvenes. Precisamente ese es su objetivo: intentar que los más pequeños de la casa se dejen llevar por las maravillas de la física y las matemáticas.
El espacio, llamado ‘Angry Birds Space Encounter’ (Encuentro espacial con los Angry Birds) abrió sus puertas el pasado 22 de marzo. Dentro, una exposición interactiva con un laberinto de espejos, espacios para crear a tu propio pájaro cabreado o encontrarte frente a frente con astronautas como Donald Pettit ya han sido todo un éxito este pasado fin de semana.
Pettit, ingeniero químico y padre de dos gemelos de 12 años, ya anunció la colaboración entre la NASA y la empresa finlandesa hace un año, mientras vivía en la Estación Espacial Internacional, donde aportó toda la física que pudo a las nuevas y animadas estrellas de Rovio en varios vídeos alojados en YouTube. “Sin duda esta puede ser una gran forma de introducir algo de física, matemáticas y ciencia en un juego que tiene la connotación de ser solo un videojuego vacío que drena el cerebro y extrae la creatividad de las mentes de los jóvenes”, declaró Pettit en la inauguración el pasado viernes. «Me paré a pensar un poco y me dije: tal vez pueda ayudar a marcar la diferencia y realizar un juego a otro nivel. Aunque los niños que juegan no se den cuenta, al mismo tiempo están aprendiendo un poco de matemáticas y física» afirmó el astronauta.
Angry Birds Space, el juego de los pájaros cabreados en el espacio asesorado por la NASA, funciona con los conceptos de trayectorias parabólicas, hiperbólicas, elípticas y órbitas de transferencia de Holman, “que es lo que a fin de cuentas hacemos con las naves espaciales”, destacó Pettit.
La muestra, de 417 m2, cuenta con seis estaciones interactivas, incluidos los famosos tirachinas – de 1,2 metros de alto – y una pista de obstáculos láser ambientada en el planeta rojo.
Según la NASA, que un astronauta de la talla de Pettit respaldé la exposición, ya es un motivo más que suficiente para visitarla. Pero si le añadimos que el próximo 29 de junio, a escasos metros de los Angry Birds, estará la exhibición del Atlantis, la cita se vuelve imprescindible. Sin lugar a dudas, la visita de los Angry Birds es “un preludio agradable al Atlantis y también será un complemento atractivo”, en especial para los más pequeños, dijo John Stine, director de ventas y eventos para Delaware North Co. en el Centro Espacial Kennedy.
Vídeo (Vía Mashable)
Redacción QUO