Estos roedores no esconden nada. Son completamente transparentes, en el sentido más literal de la expresión. Y son el resultado de un experimento llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Tokio. Para ello utilizaron un cóctel de sustancias químicas llamado CUBIC que tiene un efecto decolorante y que introdujeron en el organismo de los cobayas a través de los vasos sanguíneos. Al cabo de quince días los científicos obtuvieron los resultados esperados, logrando que los ratones se volvieran transparentes para que sus vísceras pudieran ser observadas a simple vista.
«Esta investigación no tiene nada de caprichosa. Gracias a ella ya no será preciso diseccionar al animal para observar sus órganos y estudiar la evolución de enfermedades como el cáncer o la diabetes», explicó Kazuki Tainaka, director de este experimento, cuyos resultados se han publicado en la revista Cell.
Lo cierto es que ya se había logrado con anterioridad volver transparentes los cerebros de los ratones, pero esta es la primera vez que se consigue con otras partes de la anatomía que involucran a órganos con una cantidad superior de sangre, como el corazón.
Redacción QUO