Hasta ahora estaba claro que las cuatros bases del ADN, adenina, guanina, citosina y timina (A,G, C y T) determinaban la composición de un genoma. Pero puede que haya novedades. Investigadores de la Universidad de Cambridge han descubierto una base extra de ADN, llamada 5-Formilcitosina o 5FC. Aunque no están, aún, seguros de qué tarea desempeña, sí se sabe que es una base estable en todos los tejidos vivos en los cuerpos de los ratones. Los hallazgos fueron publicados en Nature Chemical Biology.
Además de las ya conocidas A, G, C, y T,existen muchos químicos que realizan pequeñasmodificaciones en el ADN que afectan a cómo se interpretan ciertas secuencias, se conocen como marcas epigenéticas, y pueden controlar cuándo ciertos genes se activan o desactivan. Por ejemplo, cuando se añadió un determinado grupo a un gen particular en hormigas, los investigadores duplicaron su tamaño. En los seres humanos, los bebés nacidos de madres que fuman muestran cambios epigenéticos que no se ven en los bebés de los no fumadores.
La 5FC, una de esas marcas, fue descubierta en 2011, 5FC. Pero en el momento, los investigadores pensaron que solo se trataba de un estado de transición de la citosina. Pues resulta que, 5FC no es temporal: Es estable en tejido vivo, lo que significa que probablemente juega un papel importante.
El equipo, dirigido por Shankar Balasubramanian, recurrió a la espectrometría de masas de alta resolución para examinar los niveles de 5FC en ratones adultos y tejidos embrionarias vivos y descubrieron que 5FC, está presente en todos los tejidos, aunque era difícil de detectar.
«Esta modificación del ADN se encuentra en posiciones muy específicas en el genoma – afirma Martin Bachman, otro de los autores –Además, se ha encontrado en todos los tejidos en el cuerpo, aunque en niveles muy bajos.”
El equipo midió la captación de isótopos de carbono y de hidrógeno estables de esta nueva base en el ADN. Si 5FC fuera una molécula transitoria, la captación de isótopos sería alta. Pero en cambio, vieron una falta de absorción en el tejido cerebral adulto, lo que sugiere quese trata de una modificación estable. «Se había pensado que 5FC era de corta duración – concluye Balasubramanian – pero demostrar que puede ser estable en el tejido vivo nos hace pensar que podría regular la expresión génica y potencialmente indicar otros eventos celulares.”
Aunque su función es un misterio, el equipo piensa que podría alterar la manera en que el ADN es reconocido por las proteínas, lo que podría dar lugar a cambios en la forma se expresan los genes.

Juan Scaliter