En 1957, un grupo de estudiantes del vanguardista Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) enterraron una cápsula del tiempo con la idea de que fuese abierta en el año 2957. Pero la impaciencia ha podido con los científicos del MIT, que encontraron la cápsula mientras hacían unas excavaciones en las inmediaciones de los edificios 12 y 26 del MIT.nano, que es uno de los centros de nanotecnología más avanzados del planeta.
Al hallar el objeto, el jefe de obra pensó que se trataba de una parte más de la instalación y ¡horror! fue enviado al área de reciclaje y limpieza de materiales como un deshecho. Por fortuna, el encargado de este departamento se percató de que lo que tenía entre manos no era basura, sino una cápsula del tiempo en la que un letrero indicaba claramente: «no abrir hasta el año 2957».
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El responsable del área de reciclaje entregó el sorprendente objeto a la dirección del museo del MIT, que no pudo resistirse a abrirla con el fin de ver su contenido. Tras un análisis han confirmado que fue diseñada con este fin en 1957 en el RLE Glass Blowing Lab. Fue enterrada pensando en conmemorar la futura construcción de los laboratorios Karl Taylor Compton. Aunque la mejor parte era lo que se encontraba en su interior: la visión de futuro de doctores, profesores y estudiantes que participaron en este proyecto.
¿No podían haber esperado?
[image id=»74496″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]Esta fotografía data de 1957. Los que veis en la imagen son James R. Killian Jr., décimo presidente del MIT y Harold «Doc» Edgerton, profesor de ingeniería eléctrica y uno de los investigadores más prolíficos del centro. Podéis verles sobre los cimientos de los laboratorios que mencionamos antes realizados en honor a K.T. Compton, físico y antiguo presidente de la institución. Según han explicado los impacientes del museo del MIT, se trata de una de las dos cápsulas enterradas por el profesor Edgerton, cuyo enterramiento fue ampliamente documentado con imágenes y documentos.
Dentro de la cápsula, hay varios objetos: una taza de la clase de 1957, una botella de tónico vacía, penicilina sintética, moneda del primer banco de Boston y un cryoton, que es una unidad desarrollada en el MIT que pretendían que reemplazara a los transistores y tubos de los ordenadores de aquella época. Como no podía ser de otra forma, también contaba con un gran número de apuntes sobre la tecnología de aquel momento.
También había una carta manuscrita del presidente, donde este expresaba que esperaba que en los mil años transcurridos nuestra especie hubiese alcanzado horizontes magníficos en el campo de la ciencia. Para el antiguo presidente, esa cápsula era una manera de conmemorar un tiempo ya pasado que esperaba que hubiese servido como los cimientos para crear un mundo más desarrollado y avanzado.
Fuentes:
motherboard.vice.com | news.mit.edu |
Redacción QUO